Cita del Sur 4. El ocre y el camello del Sur, por Luis
Álvarez Cruz
El
ocre, atado a la sequedad, extraído del alma del Sur, plasmado en los
cambiantes reflejos de la toba. Este ocre que el periodista Luis Álvarez Cruz
(1904-1971) asemeja al de los camellos, en diversos artículos publicados en la
década de 1950. Su color – el color del Sur- es el mismo de los camellos.
Pero acaso aquí radique el símbolo más exacto de estas tierras ya en gran parte
incorporadas plenamente al quehacer agrícola insular. Porque el camello es así:
áspero y resistente, sobrio y útil. Las tierras del Sur de la isla –su propia
historia lo ha demostrado- son ásperas y resistentes, sobrias y fecundas. Hay
en ellas un sentido profundo de la vida que acaso no se advierta de primera
intención, pero que surge a poco que uno se detenga ante ellas.
Conceptos entre camello y Sur, recurrentes, y que
Luis Álvarez Cruz vuelca en diversas ocasiones. El símbolo de las tierras
del Sur de la isla. Unamunescamente considerado, el camello es algo así como un
esqueleto de animal. También el Sur de la isla era hace años, en gran parte, un
esqueleto de isla. Era un buen símbolo sin duda. Tenía el color ocre de la
tierra y como ésta se alimentaba de ensueños, de figuraciones, de espejismos,
de entelequias.
O el camello cual alma andante de la tierra. El
camello es el alma andante de esta tierra inmóvil. Su pelanbrera tiene el matiz
amarillento del paisaje. Como éste, se alimenta de entelequias. El paisaje del
Sur se alimenta de la idea del agua. El camello se alimenta de la entelequia de
la hierba.
Fotografía:
Imagen tomada alrededor de 1930, al fondo se observan algunas viviendas de
Arico el Nuevo.
Documentación:
BRITO, Marcos: Paisaje en las Bandas del Sur [Tenerife 1890-1960].
Llanoazur ediciones