Colores del Sur 20. Sal en
la Punta de la Sarnosa. El Porís de Abona
Agua de la mar y sol. Sal
sobre tosca. Blanco sobre ocres, amarillos, pardos, los matices esenciales y
siempre presente en este Sur.
La sal también sirvió como
mercancía de pago, de cambio en algunos casos, una cesta de sal por una de
papas. En el Sur de la Isla se localizaban salinas marinas industriales, en El
Camisón, Los Cristianos; y las de La
Jaquita y Fonsalía en Guía de Isora. Pero además se obtenía la que se formaba
en charcos naturales o en pocetas artificiales, que se acondicionaban con un
ligero horadado, y que se jalonan por diversos puntos del litoral, como las de
La Sarnosa en el Porís de Abona.
Raspado de la sal que
tan bien recuerda Antonio García Díaz, vecino de Tajao. Raspábamos la sal, habían charcos y llegabas tú, ya tú vez, a marea
fuerte se llenaban y mientras agarraba la marea dían a corto y eso, pues antes
de ser fuerte otra vez se jacía la sal y entonces agarrábamos y la raspábamos.
Contemplando estas pequeñas
oquedades, ocres y marrones de la tosca colmados por los blancos del cuajado de
la sal, al comienzo de un tarde de junio, escuchando el batir cercano de la
mar, llegan evocaciones de la infancia, de orilla regada de salitre, impregnadas de olores a musgo y a sal, de
orilla muy cercana a la mar.
Fotografía:
Punta de la Sarnosa. El Porís de Abona, junio de 2016.