La Cruz de La Centinela, en
los límites de los Municipios de Arona y San Miguel de Abona, se colocó
alrededor de 1940, cuando el párroco José Flores ejercía en San Miguel, en el
mismo lugar donde ya existía desde tiempo atrás una pequeña cruz, de la que creemos
es el larguero vertical que se aprecia en esta imagen. Este párroco fue el que
solicitó a Constanza Gómez Rodríguez, abuela de Esther Díaz, quien facilitó
esta información, una cumbrera de la casa que poseía en la calle Guzmán y
Cáceres de San Miguel. Con ella el carpintero del Valle de San Lorenzo, Nicolás
Díaz, que en esos momentos tenía su carpintería en San Miguel, construyó la
gran cruz que representa el punto de encuentro para la peregrinación, después
romería, de la festividad de Fátima, y que se inició en mayo de 1950.
Documentación:
BRITO, Marcos: Valle de San Lorenzo.
Imagen y memoria. Llanoazur ediciones