La
Higuera de la Fonda, entre Vilaflor y Granadilla de Abona
Los
frutos de la higuera han sido utilizados por nuestros mayores para paliar años
de sequías y de miserias, consumiéndolas como fruta fresca o pasada. Las
higueras entraban en los tratos de las medianerías o en la venta de la fruta en
el mismo árbol. Aportaba múltiples interacciones sociales y económicas, en el
que se efectuaba un entramado de colaboración entre los miembros de la
comunidad.
Su
importancia ha quedado marcada en la tradición oral, en la toponimia, como por
ejemplo la Higuera de la Fonda. Con esta denominación se conocen diversas
higueras que lindaban con caminos, como una situada en la zona de Jama, otra en
el camino de la cumbre, partiendo desde Vilaflor, o esta que se hace
referencia, ubicada al Sur de La Martela, Vilaflor de Chasna, al borde de la
carretera que va desde Vilaflor a Granadilla de Abona, y situada en este último
municipio.
Como
expresa José Trujillo González [Vilaflor, 1927], se le denominaba la Higuera de la Fonda, porque todo el mundo que pasaba por el
camino comía higos en ella. Asimismo la recuerda Domingo González Fumero
[Vilaflor, 1925 – 2014] Aquello le
decían, porque iban a vender carbón y al venir parriba dice: yo te espero en la
Higuera de la Fonda. O Eladio Beltrán Rodríguez [El Monte, San Miguel de
Abona, 1931 – Vilaflor, 2015], quien se acercó al lugar, al pie de la
carretera, ya en Granadilla de Abona, para señalar su emplazamiento.