A través de una rendija entre las tejas penetra la
luz, ilumina el borde del tostador de barro en el que apenas se percibe el
movimiento del jergo. Ritmo pausado para un adecuado tueste del trigo con
destino al potaje o a la elaboración del gofio. Proceso que se efectuaba con
mimo y paciencia, tal como narró el cabrero Casimiro Díaz Hernández [Llanos de
Trevejos, 1923-2013, Taucho]: El gofito pa comer, que no había otra cosa en
esa época. Lo tostábamos, teníamos un tiesto, lo tostábamos en la casa, se
ajechaba, se limpiaba bien limpio, se tostaba, después se volvía ajechar antes
de ir a la máquina, porque tiene muchas cositas quemadas, muchas pajitas y eso
y en la zaranda, en lo que la mueve, va saliendo todo eso por debajo, y eso se
llevaba a la máquina. Pues ponía trigo, cebada y millo y entonces lo llevaba a
la máquina y lo traía molido, hasta que ya por último se acabó eso.
Fotografía: Chirche. Día de las Tradiciones. 28 de
julio de 2013
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