Labores
de siembra de papas, en una huerta de jable situada en Chindia, se utiliza la
camella de cho Perico el de la Calle,
Pedro Delgado, a quien se le ve sentado a la izquierda de la imagen. Otras
personas que participan en esta tarea colectiva son, de derecha a izquierda,
José Domínguez, Pedro Gómez, América Hernández, Alejandro y Candelaria.
Publicada
en: BRITO, Marcos: Valle de San Lorenzo. Imagen y memoria. Llanoazur ediciones.
De
cuya edición se extrae:
“El
Valle de San Lorenzo fue el lugar con mayor número de camellos en el Municipio
de Arona, desempeñó un papel importante en la vida de este pueblo. Se utilizaba
para arar, para trillar, para el transporte, de todo lo transportable: jable,
pinocho, ataos de tomates, cantos, papas, arena, piedras, plátanos; grandes y
menudos; carga y transporte.
Nos
dejo una profesión, casi olvidada: camellero. Para serlo se requería unas
buenas dosis de destreza, sobre todo en épocas de celo, experiencia y temple.
De
la existencia, en el Municipio de Arona, de los camellos hay constancia desde
el siglo XVII, pero no es hasta el siglo XX cuando su cifra es significativa,
sobre todo en las décadas de los cuarenta y cincuenta cuando están registrados
su mayor número, rondando los cien ejemplares, decayendo a partir de los
sesenta. A modo de ejemplo desglosamos por barrios los 99 que se recogen con
fecha 31 de diciembre de 1945. Un dromedario, que sería su verdadera
denominación, había en cada uno de los barrios siguientes: La Sabinita, Guaza,
Montaña Fría, Mojonito, Chayofa, Topo, y Cruz Alta. Dos, en Túnez, de Francisco
Cabrera Tacoronte y Vento. Con tres, Altavista y Las Madrigueras, estos últimos
pertenecientes a Antonio Domínguez Alfonso. Con seis, Hondura y Cabo Blanco.
Con siete, Los Cristianos, de los cuales cuatro eran propiedad de Miguel Bello Rodríguez.
Con ocho, Arona casco, tres de Eugenio Domínguez Alfonso. Con catorce,
Buzanada. Y el resto, cuarenta y uno, estaban censados en el Valle de San
Lorenzo. Estos eran: Feliz Bello Pérez. Antonio Delgado. Delgado Delgado (sic).
Nicolás Delgado Hernández. Juan Delgado García. Pedro Delgado García. Esteban
Domínguez Alayón, con dos. Juan Dorta. Francisco Dorta. Ismael Díaz. José Díaz.
Antonio García. David García Valentín. José García Torres. Esteban García
Valentín. Abel García Martín. Ángel García González. Benito González Fumero.
Diego González. Pedro González. Adolfo Hernández. Tomás Hernández. Pedro
Hernández. Miguel Hernández Cabrera. Elías Hernández del Rosario. José
Hernández. Leonardo Hernández Torres. Severiano Hernández. Antonio Hernández Cabrera.
Pedro Melo. José Martín García. María Nieves. Antonio Pérez. Luis Pérez
Hernández. Benigno Reyes. Torres Pastor. Aquilino Tejera García. Eladio Sierra.
Agustín Sierra. Francisco Sierra.
Los
23 camellos que todavía quedaban en el Valle de San Lorenzo, en 1959, con
dedicación a la agricultura, los poseían: Tomás Hernández González, Lucía
Cabeza González, María Nieves García, Otilia Reyes García, Juan González
Hernández. Antonio Delgado Hernández. Diego Hernández Moreno. Antonio Hernández
Rodríguez. Antonio Hernández Cabrera. Francisco Dorta Díaz. Leonardo Hernández
Torres. Pedro González García. Rafael Sierra Cruz. Severiano Hernández Feo.
Elicio Marrero Valentín. Pedro Delgado García. David García Valentín. Dionisio
Donate Valentín. José García Torres. Salvador Hernández Sierra. Herederos de
Juan Jiménez. Antonio Hernández Sierra. José Domínguez Morales.”
Tomás Hernández González era mi padre. Nació en Chindia y me contaba que se alimentaban con leche de camella.
ResponderEliminar