Higos pasados del Sur. 1920
Los frutos de la higuera ha sido utilizado por
nuestros mayores para paliar años de sequías y de miserias, consumiéndolas como
fruta fresca o pasada.
La fruta leche, ya sea blanca, negra o breval, se
recogía cada cierto tiempo que solía oscilar entre los 5 o 10 días, ya madura,
en algunos casos sobre lo pasado, pero siempre antes de abrirse y se tendían al
sol en el pasil. Estos podían ser naturales, superficies de piedras volcánicas
pequeñas era lo ideal, las azoteas o las eras. La duración de este proceso
dependía de la insolación, de la humedad, del tamaño de la fruta, pero oscilaba
entre los seis y los ocho días. Una vez que la fruta se pasada, se recogía en
caliente y se sobaba a mano o en un saco, para que no criaran bichos. Se
prensaban un día y se dejaban uno o dos días más al sol. Después se guardaban
prensadas.
Anuncio publicado en diciembre de 1920, momentos en
que ya estaba disponible la fruta seca.
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