martes, 14 de julio de 2020

Recogida de papas en el Toscal de los Herreros. HERREROS, MACHANGOS y CHOLERA

Grupo en el Toscal de los Herreros
Y a quienes vemos en una fotografía en labores de recogida de papas en lo que se conoce en la actualidad como el Toscal de los Herreros. Están los cuatro hermanos, Juan, Ángel, José y Ángela Díaz Hernández, a quienes acompañan, José González Hernández, Cholera, Celedonia González, Miguel Cano, Juana Reverón, Miguel Torres Fumero y María González; y los niños, Ángel Tejera, Juan Díaz García, Vicente Oramas; y los más pequeños Francisco y María Luisa González Reverón.

"En el Valle de San Lorenzo se ejerció esta profesión durante décadas. En Cáceres, aún se mantiene en pie esa vieja herrería que resuma nostalgia por entre sus muros de piedra seca. El primer herrero de esta saga, José Díaz León, José el Herrero, era natural de Jama y se asienta en el Valle de San Lorenzo, contrayendo matrimonio con Adela Hernández Alfonso. Aquí se encontraba por lo menos desde 1890, según consta en el censo electoral de ese año, en el que inscribe con 33 años de edad y de profesión herrero. Años de dificultades para conseguir aprovisionarse de los materiales imprescindibles para ejercer este quehacer, para lo que precisaba desplazarse a Santa Cruz de Tenerife. Se trasladaba caminando a Vilaflor, allí pernoctaba y en la madrugada partía por la cumbre, adquiría lo necesario para su labor, lo depositaba en el muelle y regresaba a pie. Así lo relata José Díaz Hernández: Mi abuelo primeramente iba andando por aquí, se quedaba en Vilaflor, cas señor Antonio Cano y después seguía pa Santa Cruz y después las cosas le venían en barco a Los Abrigos y después en camellos traiban el hierro y el carbón parriba, hasta cuando vino la cosa de los camiones.
Dos hijos de esta pareja, y quienes también heredan el apodo, constan inscritos como herreros en el Padrón Municipal de Arona de 1926. Cristóbal Díaz Hernández, de 35 años y soltero; y José Díaz Hernández, de 39 años, casado con Ángela Hernández Delgado, y conocido por Pepe el Herrero o Pepe el Cojo, por poseer esa discapacidad físico. José Díaz y Ángela Hernández son los padres de cuatro hijos, que han perpetuado el apodo: Ángel; Juan; José, también conocido por José Rubio, por su tez clara; y Ángela Díaz Hernández[1].
Por las manos de estos Herreros han pasado una buena parte de las rejas de los arados, de las herraduras de caballos o mulos, de las chapas para las vacas, o los clavos que se han utilizado en esta parte del Sur en la que le reclamaban sus trabajos. Asimismo crearon herramientas, además de su mantenimiento constante, para las canteras de piedra chasnera o de cantos, en la construcción del entramado de pistas y carreteras, y cuando comenzaron a llegar los primeros camiones adaptaron su habilidad para elaborar las barandas de hierro. Y con ellos se ha perdido lo que motivó este sobrenombre, esa profesión de yunque y golpe, de calor y frío, de fuerza y destreza, de maestría"


Documentación: BRITO, Marcos: Valle de San Lorenzo. Imagen y memoria. Y Nombretes en el Sur de Tenerife. Llanoazur ediciones.







[1] BRITO, Marcos: “José Díaz Hernández y la saga de Los Herreros”. La Opinión, 10 de diciembre de 2006.

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