Procesión con la imagen de N. S. Santa Úrsula. Década de 1920 |
De cómo eran los festejos
en honor de Ntra. Sra. de la Encarnación y de la patrona Santa Úrsula a
comienzos del siglo XX lo podemos conocer a través de algunas de las noticias
reseñadas en la prensa de la época. Momentos en los que el Municipio de Adeje
contaba con algo más de mil setecientas personas, de los que casi la mitad
habitaban en el casco. En este transito del siglo XIX al XX se contaba con una
amplia representación de cada uno de los estamentos laborales. A modo de
ejemplos citar a los comerciantes, como Antonio Socas Trujillo, en la calle
Nueva, o Miguel García en la calle de la Iglesia; carpintero, Petronilo
Casañas, en la Norte; zapateros, como Adolfo Casañas, José García y Nicolás
Esquivel en la de la Iglesia, o Manuel Socas, en la de San Lorenzo. Como
venteros, situados en la calle Nueva, se encontraban Manuel Ramos, Fermín
González Socas y Francisco González Alayón; como cartero, Fernando Jorge
García, con domicilio en la de la Iglesia. Bodegones existían, en la calle
norte, el de Nicolás Alayón; en la Nueva, el de Manuel Ramos; y en la de la
Iglesia, los de Tomás Alonso y el de Fernando Jorge García. Con molino se
recoge a finales del siglo XIX a Francisco Trujillo Clemente, en el Risco, y a
comienzo del veinte a José Trujillo Clemente. Además de una larga lista de
otras profesiones como jornaleros, pescadores residentes en el pueblo, peatón,
cabreros. Años donde los 100 kilos de papas se pagaban a 10 pesetas; los de
almendras a 15; el kilo de queso a 1; la docena de huevos a 1,20; el guacal de
plátanos de exportación a 2,50. Llegando el sueldo anual de un guarda de
montes, a 650 ptas., y el del Secretario del Ayuntamiento a las 750 ptas.
Son años donde las
celebraciones se comenzaban al alba, así ocurre en 1904, cuando el sábado 22 de
octubre: al amanecer, repique general de campanas y salva de 21 disparos de
cañón que anunciará el vecindario el comienzo de las fiestas. Los dos días siguientes
también se redunda en el repique de campanas y las salvas de cañón,
participando además una banda de música, que en esta primera década del siglo
solía ser la Banda de Música de Guía de Isora. O como ocurría en otros años,
como el día 20 de octubre de 1908, cuando se produce una diana tocada por la
renombrada banda de Guía que recorrerá las calles de la población a las seis de
la mañana.
Igual acto y horario se ejecutó el día 21.
Si estos horarios nos
pueden parecer intempestivos, los de 1910 son de verdadero sobresalto. El día 8
de octubre se inició a las cuatro de la mañana un repique general de
campanas e inmensidad de cohetes, darán el aviso del principio de la fiesta. Este año la banda de
música procedía de Granadilla de Abona, dirigida por José Reyes Martín. Fue
recibida el día 9, y participó esa noche amenizando el paseo en la plaza de la
Parroquia de Santa Úrsula. Y al día siguiente, a las cinco de la mañana
recorrerá la banda de música las calles de la villa, tocando una preciosa
diana.
Esta banda se trasladó desde Granadilla en barco, regresando en la mañana del
día 11, a las seis de la mañana el pueblo adejero en masa concurrirá a
despedir la banda de música, que se dirigirá al puerto de la Caleta para
embarcar en el vapor `Velox´, con dirección al Médano.
Los actos religiosos se desarrollaban
en la Parroquia de Santa Úrsula, de donde partían las diversas procesiones. Así
en la noche del 22 de octubre de 1904 y después de haberse inaugurado, esa
tarde, un nuevo órgano, se ejecutó una suplica a la Santísima Virgen de la
Encarnación compatrona de esta Parroquia. Concluido este acto saldrá
procesionalmente dicha imagen, recorriendo las calles de la población, cuyas
casas estarán adornadas e iluminadas convenientemente, quemándose en el
trayecto vistosas ruedas de fuegos de artificios.
Adeje, a mediados de la década de 1920 |
En la mañana del día
principal se oficiaba una misa, como el domingo 23 de octubre de 1904, a
cuatro voces con sermón, que estará a cargo del Venerable Sr. Cura Párroco de
la Granadilla.
Se solía recurrir a párrocos de los pueblos cercanos, como en el caso citado
que lo era Esteban Hernández; este año también participó el de San Miguel de
Abona, Norberto Álvarez; o en el año de 1908, en el que colaboró el de Arona,
Julio Mendoza. Después de la misa se salía en procesión con la imagen de la
patrona, Santa Úrsula, por las principales calles del pueblo, quemándose ruedas
de fuego.
Entre los festejos
populares podemos citar las obras de teatro que se ejecutaban en la Plaza de la
Iglesia, como el sainete en la noche del 22 de octubre de 1904, en el que
interviene la banda de música de Guía. Eran obras costumbristas representadas
por aficionados locales. Al finalizar la función se solían quemar fuegos de
artificios y después dejar paso a los diversos bailes populares que se
desarrollaban en casas particulares o en la plaza.
Los paseos a primeras horas
de la tarde, con animación de la banda de música, era otro de los actos
clásicos. A esta hora también se realizaban carreras de cintas, a caballo, como
en 1904 que se efectuaron en la “calle de los Morales”, con cintas bordadas
por varias señoritas de esta Villa”. Asimismo se realizaban diversos juegos, como la
cucaña, elevación de globos aerostáticos, carreras de sacos o carreras de
burro. En esta última actividad se produjo un curioso caso, en la acaecida el
24 de octubre de 1904, donde el premio consistió en 10 pesetas para aquel
que llegue el último a la meta.
Un ejemplo de la manera de
ejecutarse el desarrollo de estos juegos populares nos lo muestra lo acontecido
en la tarde del día 9 de octubre de 1910: de dos a cuatro de la tarde habrá
cucañas, carreras de sacos y juegos de la sartén, y de cuatro a las seis
amenizada por la banda, carrera de cintas bordadas por distinguidas señoritas
de la localidad, y en la que varios jóvenes de esta villa y de los pueblos próximos,
montados en briosos corceles lujosamente ataviados, lucirán sus facultades de
excelentes jinetes.” Asimismo cabe citar actos como el desarrollado en la tarde del día
20 de octubre de 1908, cuando se toreó una hermosa vaca, por el aficionado
Chailla.
Las imágenes que acompañan
este artículo nos muestran como se encontraba el pueblo de Adeje a mediados de
la década de los años veinte. El primer término nos brinda una floreciente
agricultura, gracias al agua del Barranco del Infierno, con las viviendas alineadas
a los lados de la denominada Calle de la Iglesia, hoy Calle Grande. Y donde se
resalta la Parroquia de Santa Úrsula, la Iglesia del antiguo Convento
Franciscano y el Ayuntamiento a medio construir.
Decorado festivo |
Los años trajeron otros
adelantos, la floreciente aviación de los años veinte y treinta, con la
posibilidad de instalar un aeropuerto en el Sur de la isla, aportó un anhelo
más a los decorados festivos que los fotógrafos ambulantes portaban, de fiesta
en fiesta. Como es en este caso, en la década de los años treinta, en los
festejos en honor de la Virgen de la Encarnación y de la de Santa Úrsula, donde
este avión de lona y cartón lleva el nombre de un modelo de la época. Sobre
este decorado festivo se encuentran: Francisca Suárez, Antonia Trujillo Trujillo,
Teresa Toledo Esquivel, María Barrios Trujillo, Josefa Díaz y Manuel Ferrera.
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