Tajinaste
en la Huerta Grande
Con
la belleza del tajinaste. Aún sólo en su esqueleto, su sublime hermosura
destaca en el paisaje chasnero.
Representa el carácter
del Sur, a ese paisaje que el desconocimiento lo mira cual panorama que encoge
el aliento. Pero su fortaleza para mantener el porte le proviene de su ausencia
de bagatelas, por saber atrapar lo imprescindible para el andar, el estar y el
permanecer.
Tajinaste seco y pelado,
altivo, cual superviviente atrapado entre el cielo y la tierra, realzando el
horizonte.
Huerta Grande. Vilaflor,
agosto de 2012
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