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Construcción del Atlántico, c. 1947 |
Al comienzo de la década de los años cincuenta la
población del barrio de pescadores de Los Cristianos apenas sobrepasaba las
novecientas personas, que habitaban 123 viviendas y 60 cuevas, además de otras
15 edificaciones para otros usos, según se anotan en el Nomenclator de 1950. La
población crecía sin pausa, las viviendas iban en aumento tanto en calidad como
en cantidad, las tiendas se iban multiplicando según las necesidades a cubrir.
Los barcos que disponían estos pescadores eran pequeños, barcos ligeros de 6 ó
7 metros, con 2 ó 4 remos y a vela, cambiando su propulsión con adaptaciones de
motores de camiones y coches, hasta que en esta década de los años cincuenta se
pluralizó la utilización de pequeños motores marinos.
Es a finales de la década de los años cuarenta
cuando el pescador José Martín Rodríguez, José Artista, quien ya tuvo otros
pequeños barcos como los denominados, Carolina, San José o Bardino, construye
el Atlántico, primer barco de estas características, mayor de trece metros de
eslora, que se hizo en Los Cristianos. Y allí, a la orilla de la mar, se
depositó la quilla, sostén del armazón; roda; cuadernas, cual esqueleto; tablas
dando formas; calafateado y pintado antes de surcar rumbos en la mar.
Debió ser en la segunda mitad del año de 1947 cuando
se comienza su construcción. Su permiso se solicita a la Comandancia de Marina
con fecha de entrada del 6 de septiembre de 1947, pero por otros escritos que
se entrecruzan entre la Comandancia de Marina y la Inspección de Buques, debió
estar iniciada su construcción, ya que con fecha de octubre se informa de que
se encuentra terminada la embarcación, con un coste de 60.000 pesetas en
materiales y 20.000 en jornales. Así en febrero del año siguiente se notifica
que la embarcación esta arqueada, con un peso de 19,44 toneladas, y que ya está
instalado su motor. Registrándose ante el notario Lorenzo Martínez como
declaración de obra nueva con fecha 17 de marzo de 1948.
Y allí, a la orilla de la mar, con la proa mirando a
la mar, creció el Atlántico, a golpes de hacha, a ritmo de cerrote, cepillo y
clavos. Así construyó el armador José Martín Rodríguez este barco que alargó su
eslora hasta los 13,50 metros, con 3,70 de manga y 1,60 de puntal. Y en ese
viejo lugar que en otros tiempos olvidados se denominó el Varadero de Acá, se
le puede contemplar, a medio construir y donde se reconoce a unos de sus
carpinteros, e hijo de José Artista, José Martín Melo, José el Chico.
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El Atlántico y el embarcadero de Los Cristianos, c. 1950 |
El primer destino del barco fue el cabotaje entre La
Gomera y Tenerife, transportando productos de exportación y mercancías de
racionamiento. Y sobre todo es recordado por la presencia de su bella estampa
en las procesiones marítimas en las fiestas de Ntra. Sra. del Carmen, como la
del 3 de septiembre de 1950, cuando parte de su templo, recorriendo las
calles principales y continuando por todo el litoral de la bahía, acompañadas
por todos los vehículos que se encuentran en la localidad, hasta El Puertito,
lugar en que serán embarcadas las sagradas imágenes en el motovelero Atlántico,
acompañado en todo el recorrido marítimo por los botes y falúas del puerto,
artísticamente engalanados, y quemándose durante el recorrido vistosos fuegos
artificiales. La procesión desembarcará por el muelle de este puerto.
El contar con un barco de su altura supuso, para
estos festejos, la introducción del concurso de las sortijas marítimas, y que
en la actualidad poseen gran arraigo entre los pescadores playeros. No se ha
podido precisar el año de su comienzo, pudo tener lugar a finales de los
cincuenta o a comienzos de los sesenta, donde ya se cumplen las condiciones
para su desarrollo al contar con un barco apropiado, el Atlántico, y con
diversos barcos con motor.
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El Atlántico con su nueva cabina, c. 1958 |
En la segunda mitad de la década de los años
cincuenta se le realizaron una serie de modificaciones y mejoras. Así en 1956
se le autoriza por el Comandante de Marina de la Provincia de Santa Cruz de
Tenerife los trabajos de acondicionamiento para dedicarse a la pesca: una
nevera con capacidad de siete toneladas; otra bodega para diez toneladas.;
tanques para combustible y agua dulce; además de las mejoras en el casco,
instalación eléctrica, etc. En junio de 1958 se da por terminada la instalación
de un nuevo motor: BMC (British Motor Corporation), de 65/105 BHP, con 1500/2600
revoluciones por minuto, con una velocidad media de 7 millas por hora. Y en
noviembre del mismo año se autoriza al cambio del puente por una camareta en
cubierta de 5 metros de largo, 2,38 m. de ancho y 2,2 m. de alto. Con esta
última adaptación se mejoran sus condiciones para la pesca en el banco pesquero
africano, al que ya se había trasladado. Con fecha 5 de abril de 1971 esta
embarcación pasa a ser propiedad del vecino de Santa Cruz de Tenerife,
Filiberto Rosales Martín.
Más de veinte años surcó el Atlántico las aguas de
este Sur tinerfeño, más de veinte años saliendo y entrado de la bahía de Los
Cristianos, dedicado al cabotaje entre las islas, sobre todo entre La Gomera y
Tenerife, y a la pesca. Su marinera estampa sobresalía, especialmente, con la llegada
de las mareas de septiembre, esas que traen los festejos en honor de la Patrona
de la mar; cuando el Atlántico, el barco de Los Artistas, se vestía de gala para
conmemorar las fiestas en honor de la Virgen del Carmen y de San José. El
domingo portaba la Imagen de la Virgen en la procesión marítima; el lunes era
el día reservado para los lugareños, para los que era imprescindible el paseo
costero en el Atlántico; y el martes sostenía el palo donde se enredan las
cintas para la siempre reñida sortija marítima.
Documentación: BRITO, Marcos: Los Cristianos
1900-1970. Vida cotidiana y fiestas populares. Y Arona. Tradiciones
festivas. Llanoazur ediciones