Con anterioridad a la instalación de la conducción de
agua potable a las casas, esta carestía se palió con la disposición de chorros
públicos. Fue uno de los recursos para surtir de agua potable a los habitantes
de muchos de nuestros pueblos. Se transportaba el agua, hasta los denominados
chorros, por medio de atarjeas de todo tipo: horadadas al propio terreno, de
cantos o de tea; hasta que con posterioridad se utilizaron cañerías. A estos
distribuidores de agua se acercaban sus vecinos con recipientes de todo tipo,
sobre todo reciclados de latas de aceite y barricas de aceituna. Unos de estos
chorros se encontraba situado en la Calle de Abajo, en su trasera se encontraba
la Huerta del Cura, en la actualidad Parque Obispo Pérez Cáceres. La fecha de
esta imagen se puede aproximar por la edad de dos de los niños que se
encuentran en ella, José y Pedro Antonio Hernández González, alrededor del año
1940.
Documentación: BRITO, Marcos: Paisaje en las
Bandas del Sur [Tenerife 1890-1960].
Llanoazur ediciones