Badajos de tea y de leña blanca, preparados en su
mayoría por el cabrero José Trujillo González [Vilaflor, 1927]. Son adecuados para guirgues,
pequeños jierros, cencerros que
llevaban al cuello las cabras. Se compraba el hierro, el cencerro, para después
adaptarle el badajo, que cada cabrero lo calibraba según sus gustos. Los
badajos se lo hacíamos nosotros, de tea, de leña blanca, también sirven el
naranjo y el níspero, yo los tengo de níspero y dan resultado.
José Trujillo González, Casas del Conde. Granadilla,
2001
Publicada en: BRITO, Marcos: José Trujillo Maruca Cabrera Cumbre y costa en la memoria. Llanoazur ediciones
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