miércoles, 16 de octubre de 2013

Gofio de vidrio. Ardua labor



Vidrio, Mesembryanthemum nodiflorum

En los años de sequía más de una familia tuvo que recoger semillas de una planta rastrera, el vidrio, Mesembryanthemum nodiflorum, para hacer gofio de vidrio. En esos años que las lluvias no eran suficiente para dar una cosecha de cereal, sí lo era para que germinara y se desarrollase esta planta, que se da con suma facilidad en nuestros parajes costeros. Hubo dos épocas en las que se acentuó su utilización, la primera Guerra Mundial y en la Guerra Civil Española y años posteriores, llegando incluso su recolección hasta finales de los años cuarenta. 
  Barrilla, en primer término, y vidrio, rojizo
Según apunta, en 1941, Luis Diego Cuscoy, cuando se encontraba de maestro en la Escuela Unitaria de Cabo Blanco, y que los recogió tanto para el vidrio como para la barrilla, en los parajes costeros del término municipal de Arona: Guasa, Cabo Blanco, La Rasca, donde ambas especies se dan en extraordinarias proporciones. Recogí también por allí las formas vidre, vidro, vridio. Y que le fueron aportados por los habitantes de aquella comarca que, en aquellas fechas, llevaban ya unos cinco años sin haber podido verificar la siembra de cereales. Suelen aprovecharse las primeras lluvias de otoño y aún las de invierno, escasas siempre, para preparar las sementeras: la germinación está asegurada, pero la mayoría de las veces la planta se agosta al poco tiempo por falta de nuevo riego y ni siquiera llega a espigar.  
El proceso de la obtención de este gofio es arduo, lento y fatigoso. Se recogen las cápsulas y en sacos se llevaban a la costa y se vaciaban en los charcos. Al mojarse las cápsulas, durante toda una noche era lo ideal, se ablandaban, después se pisaban para facilitar que se desprendiese la semilla, la cual es más pesada y se quedaba en el fondo y la cápsula vacía, flotaba. Se sacaba la diminuta semilla y se ponía al sol a secarse, luego se tostaba y se molía. El gofio resultante era de un color semejante al chocolate y algo salado por el procedimiento utilizado para su obtención. Se solía tostar en un tostador de barro y luego moler en algún molino, para lo cual se tenía que llevar un saco de cereal para molerlo después del vidrio, con el fin de que no quedasen sus restos en las piedras del molino. Se consumía de las mismas maneras que el gofio de cereal. Con la barrilla, Mesembryanthemum crystallinum, se sigue el mismo procedimiento de obtención, pero su destino era el consumo animal.
  Poceta para remojar el vidrio. Malpaís de Rasca, Arona
Penosa labor, la que se realizaba para obtener este producto, a modo de ejemplo sirva el obtenido por la vecina de Las Galletas, Rosario Domínguez Rodríguez [San Miguel, 1908 - Las Galletas, 2003]. Cuando todavía era una niña, estuvo con su padre Domingo Domínguez, su tío Antonio Morales y su hermano Domingo, realizando estas tareas de recogida de vidrio en la zona de la Punta de la Rasca y El Fraile; en tres meses de duros trabajos obtuvieron 22 fanegas de gofio de vidrio.
 
 
Restos de poceta, para remojar el vidrio en primer término, y para su posterior secado. El Camisón, Los Cristianos

No hay comentarios:

Publicar un comentario