domingo, 19 de junio de 2016

Pegón. Por el cabrero José Trujillo

Pegón. Por el cabrero José Trujillo

Para evitar que el baifo estuviese mamando todo el día en la ubre de la cabra o que dejara de mamar definitivamente José Trujillo [Vilaflor, 1927] ha utilizado el frenillo, pero ha preferido recurrir con más frecuencia al pegón, al trozo de tela pegado a la teta de la ubre con la savia de la tabaiba dulce. Ellas comen igual, el frenillo no le quita a ellas, no.
Para el pegón se utiliza la savia de la tabaiba dulce, Euplorbia balsamifera, que una vez seca, ya bien sea pinchando la planta y dejándola que se seque o bien cocinándola. Con la tabaiba, se empega una cabra y el baifo sale más adelantado, no pierde de comer. La coge en leche y después la guiso, hay quien la golpea y después se puede coger en la planta al cabo de un tiempo, lo que pasa que después esa tabaiba desuella un poco la teta de la cabra, le hace daño a la teta de la cabra.
Cuando la corto, la voy cogiendo en un cacharrito, eso en poco tiempo se coge pa empegar, bueno, un montón de tiempo, y después la guiso, se levanta peor que la de cabra, más fuerte, sin agua y sin nada, se levanta parriba como leche cabra, y usted va revolviéndola con un palito hasta que ella se va quedando cujada.
El después se coge el pegón, que se hace de un pantalón cualquiera, un pedazo de tela, la tabaiba la pone pegada al pegón, a todo largo y según le va dando vuelta se va pegando en el pegón. Se le enrolla en la teta de la cabra, la primera le coge el pesón pero como está guisada no le hace daño.  


Documentación: BRITO, Marcos: José Trujillo González. Maruca Cabrera Bethencourt. Cumbre y costa en la memoria. Llanoazur ediciones.