sábado, 4 de octubre de 2014

Inicios de la Asamblea Local de la Cruz Roja en Los Cristianos



 
Primer puesto de socorro en San Sebastián, Adeje. José Manuel Encinoso Mena en el centro de la imagen




Artículo publicado en la prensa en 2005

Del 5 al 17 de agosto se muestra en el Centro Cultural de Los Cristianos una exposición fotográfica bajo el título de “Historia fotográfica de la Cruz Roja Española de Arona”. Colección que condensa algunos momentos de los avatares por los que ha transcurrido esta Institución. Repertorio fotográfico que pertenece a uno de los fundadores de la Asamblea Local de Los Cristianos, José Manuel Encinoso Mena, y quien pasó por todos los cargos de su organización, desde Jefe de la Ambulancia y Oficial de Tropas de Socorro, pasando por el Secretariado o hasta el de Presidente.
A finales de los cincuenta y sobre todo los años sesenta fue un período donde el pequeño barrio costero de Los Cristianos se fue adaptando a las nuevas demandas sociales, crecían los establecimientos de alimentación, los bares, la farmacia, el cine, etc. Se iniciaron múltiples procesos, algunos de ellos se quedaron sólo en proyectos, para adaptar la zona al auge turístico que se avecinaba. Se intenta crear un Parador de Turismo en el lugar donde se encontraba el Sindicato Agrícola Río. Se inician los trámites para ampliar el muelle embarcadero, que no se ejecuta hasta la década de los setenta; así como su declaración de puerto de refugio o de puerto deportivo. Se solicita al Ministerio de Información y Turismo que declare la playa de Los Cristianos zona de interés turístico, propósito que era imposible conceder con la legislación vigente en esa época. Son años donde se redacta una y otra vez el proyecto del Plano de Urbanización del Barrio de Los Cristianos, y que no se puso operativo hasta mediados la década de los setenta. Pero también había que preocuparse del día a día, de las pequeñas obras, del mantenimiento de lo realizado, de nuevos proyectos, lentamente. Así se instala el alumbrado eléctrico, la red de abastecimiento de agua potable o el alcantarillado; se abren nuevas calles, se mejora las existentes; se crean nuevas escuelas; etc.
Asimismo había que adecuar la sanidad a la demanda del crecimiento de la población, que ya se inicia en el turismo. En la década de los años cincuenta ya ejercía un médico titular en Arona, con consulta en Los Cristianos, José Manuel Calamita González, según el Padrón Municipal de 1960 residía en el pueblo desde hacía 12 años. En 1954 se incorpora al ejercicio de la profesión en Arona el médico Buenaventura Ordónez Vellar y el practicante José Manuel Encinoso Mena, ambos con consulta en Los Cristianos. Pero aún así faltaban medios sanitarios, la apertura de la primera farmacia se efectúa en 1962, hasta esos momentos se solía recurrir a las existentes en San Miguel de Abona y Granadilla de Abona. No existían medios de evacuación de enfermos o de urgencias, como se vivió en el luctuoso suceso del derrumbe de la galería donde estaba instalado el Ayuntamiento de Granadilla de Abona, acaecido el domingo 3 de febrero de 1963. Hubo 23 muertos entre las personas que esperaba para la realización de los trámites de solicitud del Documento Nacional de Identidad, tres de las cuales residían en el municipio de Arona.
Para paliar estas carencias se funda el 15 de octubre de 1967, según se recoge en la publicación de José Manuel Encinoco Mena: “40 años de medicina rural en Arona”, la Asamblea Local de la Cruz Roja de Los Cristianos. La cual quedó constituida de la siguiente manera: Presidenta de honor: María Amalia Frías Domínguez. Presidente-Delegado: Juan Bethencourt Fumero. Vicepresidente: Alberto González Gómez. Secretario: Juan P. Reverón Oramas. Tesorero: Victoriano Melo Tavío. Vocales: Pedro Peñalver Angosto. Sebastián Martín Melo. María del Carmen Martín de la Escalera Mandillo. Elsa Reverón Alfonso. Jefe de la Ambulancia y Oficial de Tropas de Socorro: José Manuel Encinoso Mena. Como sanitarios constaban: Ambrosio Beltrán Torres, Antonio Salomón Martín Fumero, Germán Alonso Melo, Juan Sánchez Díaz. Domingo Martín Fumero, Lorenzo Pérez Díaz, Basilio Pérez Morales, Eladio Martín Fumero, Ramón González González, Antero Florencio Marcelino Valentín, Antonio Pérez Morales y Luis Gómez Gómez. 
Al año siguiente, el 20 de enero de 1968, realizan su primer puesto de socorro con motivo de la festividad de San Sebastián, en el Municipio de Adeje; tal como se recoge en la imagen de un grupo de voluntarios con su Vicepresidente, Alberto González, y el Oficial de Tropas, José Manuel Encinoso. La segunda imagen fue obtenida en marzo de ese mismo año, en una revista de los componentes de un puesto de socorro.
Cuando se funda esta Asamblea Local los medios eran escasos, los transportes los efectuaban en vehículos particulares y toda la labor se realizaba de manera altruista. Se utilizaban sus propias casas para guardar el material imprescindible y para reunirse. Ya en 1970 contaban con un local en la Calle Juan XXIII, y en mayo de este mismo año dispuso de su primera ambulancia; la segunda con la que se contaba para cubrir todo el Sur de Tenerife, la primera estaba ubicada en Granadilla de Abona. Vehículo que fue cedido por el Cabildo Insular de Tenerife, adjudicado en sesión plenaria del 2 de agosto de 1968, cuando se acuerda “la adquisición de un vehículo ambulancia para ser facilitada a la Institución de la Cruz Roja en Los Cristianos.” Y que no fue entregada hasta el 12 de mayo de 1970, según relata en una entrevista publicada en el periódico “La Tarde” en septiembre de 1973, Alberto González Gómez, siendo en ese momento el Presidente de la Cruz Roja de Los Cristianos.
Componentes de un puesto de socorro en 1968. José Manuel Encinoso Mena, primero por la derecha
Fueron años donde gracias al sacrificado esfuerzo de este grupo de personas que componían la Asamblea Local, y muchas veces a la cooperación de los empresarios donde trabajaban esos voluntarios, hicieron posible cubrir con cierta dignidad las funciones que se asignaban a estas asambleas locales: la instalación de puestos de socorro, auxilios en carretera, socorrismo náutico o el traslado de enfermos y accidentados. Las evacuaciones de enfermos y heridos se efectuaban en coches particulares, con los peligros añadidos, o esperar a que llegara la ambulancia de Granadilla de Abona, conducida por el sanitario Juan Alfonso Guerra.
Una vez que se obtiene y se acondiciona este primer vehículo se piensa en mejorar el servicio, como la necesidad de contar con caretas contra incendios, extintores, una mayor dotación humana, que poco a poco iba creciendo, iba colaborando en múltiples labores. A comienzos de los setenta ya se contaba con material para socorrer heridos en casos de incendio. Se contaba con una moto y un equipo de altavoces cuyo destino estaba pensado para servicios de playa o llamadas de urgencia. Pero las necesidades seguían creciendo, hacía falta otra ambulancia, para cuya compra se montó incluyo un kiosko en diversos festejos de Arona, como los del Valle de San Lorenzo o los de Los Cristianos; además de esperar la colaboración de los Municipios del Sur. Para prestar el servicio en el mar, tan necesitado sobre todo en épocas veraniegas, no se contaba con lancha propia, realizándose el servicio con préstamo de particulares. Años de penurias, de inicios en los intentos de dotar al Sur de lo que aún le hace falta, más medios en todo tipo de infraestructuras sanitarias, de instalaciones de todo tipo, que por una vez por todas no vayan a remolque del crecimiento demográfico.