Llega
el fuego a la puerta. Foguera en Vilaflor, 2008
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Vecinos de Vilaflor denunciados por elaboración de carbón. 17 de abril de 1946
El
aprovechamiento de la cumbre sustentó a buena parte de la población del
Municipio de Vilaflor de Chasna. Un pueblo que subsistía, como otros tantos de
este Sur, entre la agricultura y la ganadería, y que en años de sequía y malas
cosechas había que recurrir, aún más, a la recogida de leñas, retamas verdes
para alimentar el ganado, al pastoreo o al carboneo.
El carbón obtenido de las
retamas de la cumbre fue el que más conflictos acarreó, por su clandestinidad. Se
trasladaban por el día a los filos de la Cumbre y a Las Cañadas. Se recogía la
leña de retama, aprovechándose la matas rotas o secas, para con la noche
prenderles fuego y tenerla lista en la mañana siguiente, de tal modo que no
fueran visto por los guardas forestales.
El
17 de abril de 1946, el Brigada de la Guardia Civil del Puesto de Arona,
declara que a las nueve de ese día sorprendió, en El Roque de San Miguel de
Abona, a varios vecinos de Vilaflor, conduciendo carbón extraído
clandestinamente de Las Cañadas. Domingo González García, de 28 años, con cinco
sacos de carbón y peso de 198 kilos. José Hernández Fumero, de 27 años, con dos
sacos conteniendo 74 kilos de carbón. Anastasio Hernández Martín, 30 años, seis
sacos y 159 kilos. Nicolás Fumero Martín, 40 años, 3 sacos con un peso de 92
kilos. Miguel Quijada Oliva, 38 años, tres sacos, con 100 kilos. Luis González
Trujillo, de 35 años, cuatro sacos y 121 kilos. Francisco Lorenzo Fumero, de 18
años, tres sacos con un peso de 113 kilos. José Fumero Quijada, de 19 años,
tres sacos y 93 kilos. José Melián González, de 23 años, cuatro sacos y 140
kilos. Nemesio Hernández Quijada, de 25 años, 95 kilos. Andrés González Martín,
de 48 años, cuatro sacos y 99 kilos. Luis Fumero Martín, de 30 años, cuatro
sacos y 183 kilos.
Tres
de estos vecinos manifestaron que lo iban a vender a Ambrosio Fraga González,
al precio de 40 céntimos el kilo. Éste apunta que el carbón era para un
comercio que tenían sus hijos en El Roque, en
la creencia que como otras veces lo traerían de forma reglamentaria. El
juicio verbal de faltas tiene lugar en Vilaflor el 6 de julio de 1946, ante el
Juez de Paz Virgilio Martín Tacoronte, y la sentencia el 11 del mismo mes, en
la que se condena a un día de arresto menor a cada uno de los citados, y a las
costas del juicio, que corresponde abonar a cada uno, 13,59 pesetas.
Apagando
la foguera. Vilaflor, 2009
Documentación: BRITO, Marcos: Foguera. Elaboración de carbón vegetal en Vilaflor. Llanoazur ediciones |
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