Cometa Halley, de Jean Mascart |
El Halley es un cometa que orbita alrededor del Sol,
con un período orbital que oscila entre 74 y 79 años. Es uno de los mejor
conocidos y se le observó por última vez en 1986, calculándose una nueva visión
para el año 2061. De larga cola, se le ha podido presenciar a simple vista, ha
causado fascinación, miedos y leyendas, entre ellas las del fin del mundo. Como
así fueron las congojas que se padecieron en el Sur de Tenerife desde meses
antes de poderse contemplar en su mayor apogeo, la noche del 18 y el 19 de mayo
de 1910.
El astrónomo francés Jean Mascart viaja en 1910 a
Tenerife para realizar diversos estudios científicos, entre otros la
observación del cometa Halley. Durante su estancia en Las Cañadas se trasladó a
Vilaflor, a la que cita como pequeña y deliciosa población. Relata las dificultades para trasladarse desde La
Orotava a Vilaflor a través de un camino incómodo, por el que se tarda unos 12
o 13 horas en mula. Si los isleños realizan el trayecto entre La Orotava y
Vilaflor de manera bastante irregular, ¡cómo quieren que los turistas se
arriesguen a hacerlo! Esta perla de la isla se encuentra bastante aislada, lo
que es una verdadera lástima. Durante el verano, la época más calurosa,
Vilaflor se convierte de alguna manera en una estación de montaña, con un aire
vivificante y un clima suave y regular.
Vilaflor, 1890 |
A Mascart lo acompañó Georges Plasse, quien publicó
un artículo en la prensa relatando algunos pormenores de ese acontecer, como su
visita a Vilaflor. Después de nuestra llegada a Vilaflor, vimos las ventanas
llenas de gente que con angustiosa voz preguntaban: `senhor Francés´, díganos
algo de la `Mala Cometa´… Pero nada, no podíamos convencer a estos infelices;
nuestras palabras caían en medio de la mayor incredulidad…. Cada mañana el
astro aumentaba y el día 17 le vimos formidable; cubría el cielo desde el
horizonte, hasta más allá del cenit.
Con gran sorpresa, le vimos aún el día 18. en
medio de la oscuridad y después de una noche de viaje a través de las
escabrosas montañas, llegaban personas de Granadilla, San Miguel, Vilaflor y
hasta de Santa Cruz. Se acercaban con dificultad y no se convencían con
nuestras consoladoras palabras. Durante la `terrible´ noche del 19, bien pocos
dormirían tranquilos en la Isla. Y precisamente esa noche, nada pasó.
Nuestra misión había terminado. En estos dos
solitarios meses habíamos tomado más de 70 clichés del cometa y numerosos
dibujos que después de las observaciones directas anotadas, completaban la
documentación.
De esa ocasión de 1910 tengo testimonio oral de mi abuelo Ceferino Mena Domínguez natural y vecino de Arona y que en esa fecha tenía nueve años.Recordaba el miedo que tenía la gente a ese fenómeno del paso del cometa Halley,si bien es verdad que él tenia poca edad en 1910 no así cuando me lo contó en 1986, fecha de su siguiente paso y avistamiento, refería que el miedo era alentado desde la iglesia para acojonar más a los parroquianos y con ello, como siempre,tenerlos mas a su merced.Y es que hay cosas y posicionamientos que no cambian siquiera con tanto tiempo, juraría que en el próximo avistamiento ocurrirá lo mismo, serán otros curas los que se dirijan a su rebaño con el mimo mensaje.Mas cultura y ciencia y menos rebaño y paternalismo para el futuro.
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