Colores del Sur 17. Almendras en Aripe
Los almendreros se adaptan muy bien al clima, y al
terreno, que predomina en este Sur. Su fruto, al igual que el higo pico y el
higo de leche, estos dos últimos en forma de porretas e higos secos, fue una
importante fuente en la alimentación, en la subsistencia, de nuestros
antepasados. Fue recurso para gente humilde a través del rebusque, de ese fruto
que queda perdido bajo el almendro una vez recogida la cosecha. O elemento
indispensable en la excelente repostería de este Sur: truchas de almendras,
tortas de almendras o tortas chasneras, piñas, huesos, rosquetes rellenos o
matrimonios.
El almendrero y su fruto aportan una gran riqueza
cromática al paisaje de este amado Sur. Pardos infinitos en sus retorcidos y
estriados troncos, pardos que en muchas ocasiones se asemejan con los tonos de
la piedra que lo rodea. Y brota el colorido floral, blancos y rosas antes del
verde de sus hojas, y de su fruto. Y aparecen los marrones y los ocres de su
reseca piel y de la dura cáscara que contiene los matices de canelos de la
almendra, con ese delicado sabor, incluso en la amarga, que aporta deleites a
nuestro paladar.
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