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Juana Ramos e hijos. Los Abrigos |
La
presencia de la mujer en la comercialización de la pesca es lo que se relata en
Pescadoras, marchantas o barqueras.
Vendedoras de pescado en el Sur de Tenerife. Se ha anudado a través de sus
evocaciones, en las que han rememorado sus periplos, sus andares por tortuosos
caminos, las vicisitudes por las que transcurrieron sus idas y venidas, con la
carga a la cabeza.
Como
Juana Ramos Socas, pescadora en Los Abrigos, Granadilla de Abona. La lista de
las pescadoras de Los Abrigos, como en todos los pueblos costeros, se hace
interminable, tal como apunta Candelaria Marcelino: Todas vendíamos pescado, Dolores, tía Juana, tía Antonia Fariña,
Eusebia, gente más vieja y después nosotras más jóvenes. De la época mía estaba
yo, yo por delante, estaba Carmen mi cuñada, estaba María Elena, que era mi
hermana, estaba Lourdes, todas, un montón.
Y es su hija Juana
Marcelino Ramos la que recuerda esos momentos al iniciarse con su madre en las
labores de venta de pescado. Juana Marcelino recuerda ir con su madre, Juana
Ramos Socas, siendo una niña, el día que
no tenía escuela, pues día de manita con ella, yo era la más pequeña. Con
unos 14 años comenzó a recorrer con otras compañeras, realizaban el camino
juntas y luego se distribuían por diferentes zonas, como cuando se desplazaba
al Valle de San Lorenzo. Partían desde Los Abrigos hacia Aldea y por el Camino
de las Cruces se adentraban en el Municipio de Arona, alcanzando Buzanada, para
luego ir a Cabo Blanco o al Valle de San Lorenzo. Íbamos dos o tres compañeras, si íbamos pal Valle por ejemplo, ella
cogía por una calle yo cogía por la otra, o ella se quedaba en Cabo Blanco y yo
iba pal Valle.
Documentación: BRITO,
Marcos: Pescadoras, marchantas o
barqueras. Vendedoras de pescado en el Sur de Tenerife. Llanoazur ediciones
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