Embarques
clandestinos de papas por el Porís de Abona y Los Cristianos. 1920
La vida en este Sur deambulaba entre la subsistencia
y la escasez. Se malvivía con lo que se obtenía del campo y del mar,
dependiendo enormemente de que las consecuencias negativas que se producían,
como las plagas de langosta y los ciclos de sequía, no enlazaran muchos años
seguidos
Y en 1920 se acrecentó el período de escasez por el
aislamiento, aún mayor, motivado por la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y
que motivó las prohibiciones para exportar, salvo en caso de autorización
expresa, tal como se refleja en este comunicado de marzo de 1920.
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