domingo, 11 de junio de 2017

Los Cristianos. Abril de 1940

Los Cristianos. Abril de 1940




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
En esta bahía se produjo una inusual imagen el 22 de abril de 1940. En una visita programada por las capitales de las dos provincias canarias un conjunto de buques de guerra de la marina española fondearon ese día en la bahía de Los Cristianos. Desde aquí pusieron rumbo al Puerto de la Luz de Las Palmas de Gran Canaria, para trasladarse con posterioridad al puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Esta escuadra estaba integrada por siete buques, tres cruceros y cuatro destructores, bajo el mando del Almirante Moreu. El Canarias, crucero acorazado de 10.000 toneladas de desplazamiento. El Almirante Cervera, crucero de 7.500 toneladas. Navarra, crucero de 5.000 toneladas. Los otros cuatro buques que componían esta escuadra eran los destructores: Ulloa, Ciscar, Almirante Antequera y Gravina. Con idénticas características para cada uno de ellos, 1.400 toneladas.
De Los Cristianos partieron el 23 de abril de 1940 rumbo a Las Palmas de Gran Canaria, donde permanecieron hasta el último día de ese mes. A las ocho de la mañana del primero de mayo llegaron a Santa Cruz de Tenerife.
En esta imagen se puede apreciar, además de los siete buques anclados en la bahía, la zona conocida por El Cabezo, de la que partió el pequeño muelle, finalizado unos pocos años antes. San Roque, lo que en la actualidad ocupa, en su parte final, la calle Juan XXIII y alrededores. Y Los Moritos, denominación de la ladera donde se aprecia destacado en la derecha de la fotografía, el conocido por chalet del inglés, construida a mediados de la década de los años treinta. Y la carretera que comunicaba con El Camisón y que en 1965 adquiere la denominación de Avenida de Suecia.


Documentación: BRITO, Marcos: Los Cristianos 1900-1970. Vida cotidiana y fiestas populares. Llanoazur ediciones.



domingo, 4 de junio de 2017

“Lo que tienen y lo que necesitan los pueblos. San Miguel”. 1912

San Miguel de Abona. c. 1890
“Lo que tienen y lo que necesitan los pueblos. San Miguel”
En junio de 1912 se publicó en la prensa un artículo con este titular

“Lo que tienen y lo que necesitan los pueblos. San Miguel”
En junio de 1912 se publicó en la prensa un artículo con este titular

En esos momentos se construía la carretera que unía al pueblo de San Miguel de Abona con el mar, con Los Abrigos, en Granadilla de Abona. Se refiere a su riqueza agrícola, en la que sobresalían los cultivos de tomates, cochinilla, viñedo, cereales, papas, papas,  naranjos y otras frutas.
Existía un molino harinero, y dos modestos telares para tejido de colchas, alforjas, mochilas, etc. Asimismo se citan ocho almacenes en los que se expenden todo género de artículos ultramarinos y del país. Se anota como una de la industrias más destacadas la elaboración de riquísimos quesos.
Se da a conocer la existencia de dos sociedades o casinos.
Después se añade que el Ayuntamiento está constituido por personas sin responsabilidad, con servicios mal atendidos y con muchas dificultades por las deudas que se tienen.
En cuanto se enumeran las necesidades para la prosperidad del pueblo, nos podemos dar cuenta de las dificultades que representaba el día a día.
Se pide que se arregle la casa escuela y la habitación del maestro. Que se establezca una casa-escuela para niñas y una estación telegráfica, ya que en esos momentos de encontraban instalados en casas particulares. Además que se construya o se arregle el cementerio, que se modifiquen los lavaderos públicos y que se arreglen los caminos vecinales, en la actualidad intransitables.
Los particulares deberían explotar las aguas subterráneas para paliar las frecuentes sequías. Asimismo se da cuenta de una enfermedad “lapilla” que está aniquilando a las higueras, para lo que se solicita a quien corresponda el estudio de esta enfermedad. Y que se establezca una sucursal de banca.
Al Estado se le pide que termine la carretera general, que se halla aún por Fasnia; así como construir enlaces con Granadilla, Arona y Vilaflor. Que se termine la carretera que comunicaría con Los Abrigos, y la necesidad de construir en este pago costero un embarcadero. Y ya se hablaba de la necesaria construcción de un ferrocarril.
Y termina el artículo, firmado por H., refiriéndose a los políticos monárquicos que han venido representándonos, sólo se han acordado de nosotros, para halagarnos, en época electoral; pero, pasada esta no han vuelto a acordarse de nosotros para nada.
Todo lo que han hecho por nosotros, desde la época de la conquista acá, ha sido obtener, hace pocos años, la creación de una estación telegráfica, y la construcción de la carretera al puerto que aún no se ha terminado.



jueves, 1 de junio de 2017

Flora Oramas Pérez y la Fonda La Principal. San Miguel de Abona


Flora Oramas Pérez
Fotografía publicada en la revista La Atarjea, nº 20. 
Ayuntamiento de San Miguel de Abona, 2006.

Flora Oramas Pérez y la Fonda La Principal. San Miguel de Abona

La Fonda La Principal , regentada por Flora Oramas Pérez, ubicada en la Calle Guzmán y Cáceres de San Miguel de Abona, estuvo abierta al público entre 1939 y 1966. Según un escrito que remite Flora Oramas al Ayuntamiento de San Miguel de Abona, fechado en noviembre de 1939, expone que comenzó a ejercer la Industria de Mesón el 1 de octubre de 1939.
En el Padrón de Habitantes de San Miguel de Abona, a 31 de diciembre de 1910, Flora Oramas Pérez está inscrita en la vivienda familiar, se reseña que tiene 7 años, con su madre Seferina Oramas Pérez, de 30 años. Residen en Beguero, en la zona de Tamaide, en cuya vivienda también se anotan sus hermanos: Francisco, José, Juan y Victorina. En el Padrón de Habitantes de 1925 reside con su madre, en La Cruz. Como fecha de nacimiento de Flora Oramas se anota 1903, de profesión sus labores; y en cuya vivienda residían asimismo sus hermanos Juan y María. En el Padrón Municipal de San Miguel de Abona de 1945 ya consta residiendo en Guzmán y Cáceres, con su hija Antonia González Oramas.
La apertura de este establecimiento de Flora Oramas Pérez consta en el Libro de Altas de la Matricula Industrial, en la categoría de Mesón, con fecha de 1 de octubre de 1939; y en Aceite y vinagre desde el 1 de abril de 1940.
La fonda de Flora Oramas Pérez se consigna en los repartos de racionamiento de 1940, tal como se reseña en el oficio del Gobernador Civil, con fecha del 15 de julio, en el que manifiesta que en la distribución de mercancías asignado por aquella Junta Provincial a este pueblo se incluya en la proporción de 10 raciones por cada reparto a Dª Flora Oramas Pérez, fonda La Principal.
En la Matricula General de la Contribución Industrial para 1942, y como el resto de la documentación citada se encuentra en los fondos del Archivo Municipal de San Miguel de Abona, se incluye a Flora Oramas Pérez registrándose bajo dos epígrafes de Venta Aceite y vinagre y Mesón, en la Calle Guzmán y Cáceres. No consta ninguna fonda o pensión, pero si se conoce que Flora Oramas además de la casa de comida mantenía la fonda, como así se registra en los siguientes años, como en el de 1955 en el que Flora Oramas se encontraba inscrita, en los epígrafes de Aceite y Vinagre y el de Mesón. Y causa baja de Comestibles al por menor y como Mesón con fecha del 2 de junio de 1966.
Según consta en un artículo de Francisco Javier González Méndez, “Doña Flora, la de la fonda”. Publicado en la revista La Tarjea, del Ayuntamiento de San Miguel de Abona, en su número de mayo/junio 2004, esta pensión abrió sus puertas en una casa alquilada en la calle Guzmán y Cáceres por la cual pagaba 50 pesetas de alquiler y 71,8 pesetas de contribución. Además del alquiler de las habitaciones, de la cantina, Flora Oramas también cocinaba para sus huéspedes, por lo que adquirió un gran prestigio. En este artículo de Javier González consta las características de esta vivienda: Una casa grande, con un zaguán que daba paso al comedor y a las habitaciones laterales, un baño y una gran cocina donde demostraba la buena fama de cocinera; llamándola siempre cuando venían autoridades al pueblo para que preparase sus famosas gallinas rellenas. La fonda también contaba con un patio trasero donde tenía un horno y una cuadra con un burro y una vaca que ella misma ordeñaba.
No conocimos a esta mujer, curtida en el trabajo y con gran disposición. Una mujer con grandes arrestos, para en esos momentos de penurias adentrarse, y mantenerse durante décadas, en la aventura que supuso instalar su fonda y su cantina. Actividades con la que se ganó merecida fama por su buen hacer.

Anuncio de la fonda “La Principal”. San Miguel de Abona, 1940