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Día de la inauguración, 30
de septiembre de 1962
Fotografía de Pedro Alemany Nuez
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Han sido muchos los
proyectos de pistas de aterrizajes que se han quedado en este Sur sin una
ejecución definitiva, en varios casos se dispuso algún llano para el posible
aterrizaje de avionetas, hasta que en 1978 se inauguró el Aeropuerto Tenerife
Sur. El tantas veces añorado aeródromo poseyó varios proyectos para su
ejecución, desde el acondicionamiento de la pista del campo de El Bailadero, en los alrededores de
donde está ubicada la Casa del Caminero, en Arico, lugar en el que aterrizaron
dos avionetas en enero de 1924. O el caso de Los Cristianos, con sus múltiples
posibilidades; se estudió,
a finales de los años veinte y comienzos de los treinta, la viabilidad de
instalar un poste de amarre para globos dirigibles, su cielo lo cruzó el Gran
Zeppelín en 1930; de utilizar la bahía para el amerizaje de hidroaviones, en
cuyas aguas estuvieron diversos de estos aparatos; y las llanuras de El Camisón
para aterrizajes de aeronaves, donde en una pista improvisada, al norte de las
salinas de El Guincho, aterrizó el piloto lagunero Augusto Puga en octubre de
1933. Hasta finales de los años treinta, cuando se toma la decisión de que el
aeropuerto fuese en Los Rodeos y que se realice uno auxiliar en El Médano, al
norte de Montaña Roja. Asimismo se pensó en situarlo en las cercanías de Las
Galletas, o ya a finales de la década de los sesenta se estudió la posibilidad
de construir un aeropuerto en la zona de Ten-Bel.
La posibilidad de disponer
las llanuras del Llano de Roja, en El Médano, en el Municipio de Granadilla de
Abona, se venía contemplando desde, por lo menos, los alrededores del año
treinta. Su uso se consideraba como campo complementario o auxiliar, en las
circunstancias de que la existencia de niebla en Los Rodeos hiciera imposible
el aterrizaje, de manera que los aviones no tuvieran que desplazarse al de
Gando, en Gran Canaria. Después de sortear muchas reticencias se dispuso una
pista en el lado norte de Montaña Roja, que fue inaugurada el 12 de agosto de
1935. Este día aterrizó una avioneta pilotada por el aviador Fernández
Navamuel.
A este acto asistieron
numerosos vecinos del municipio de Granadilla de Abona, además de los pueblos
limítrofes. Las autoridades del municipio obsequiaron al piloto y al mecánico a
un almuerzo, al que asistió, entre otras muchas personalidades, el responsable
de esta iniciativa, Martín Rodríguez Díaz-Llanos. Asimismo se realizó un
pequeño vuelo llevando como pasajero al entonces alcalde de Granadilla de
Abona, Manuel Batista Rojas, después de lo cual la avioneta partió rumbo a Los
Rodeos, trayecto que se cubría en unos veinticinco minutos.
Aquí quedó un tanto en el
olvido esta pequeña pista, utilizada ocasionalmente por alguna avioneta de
recreo, hasta que se volvió a estudiar la viabilidad de una pista auxiliar a
Los Rodeos. Fue al comienzo de la década de los sesenta, cuando se prepara de
nuevo esta pista, que se inaugura el domingo 30 de septiembre de 1962,
denominándose `Aeródromo Tomás Zerolo´.
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Día de la inauguración, 30
de septiembre de 1962
Fotografía de Pedro Alemany Nuez
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Situado al pie de la
Montaña Roja en El Médano, en el Llano de Roja, este campo auxiliar del
aeropuerto nacional de Los Rodeos contaba con balizas para servicio diurno, con
una torre de control dispuesto para instalar el equipo de ayuda a la
navegación. Con una pista de 700 metros de largo por 60 de ancho, que podría
ser utilizada por aviones de hasta 24.000 kilos de peso. El Aeroclub Club de
Tenerife pretendía ampliar la longitud de la pista de aterrizaje hasta los
1.200 metros.
Las nuevas instalaciones
fueron bendecidas por el Prelado de la Diócesis, Luis Franco Cascón, y a la que
asistieron las principales autoridades de las islas, entre las que cabe citar
al Capitán General de Canarias, Ramón Gotarredona Prats; al Jefe de la Zona
Aérea de Canarias, el general Alfonso Carrillo Durán, que se trasladó desde
Gando en un trimotor militar; el Presidente del Aero Club de Tenerife, Lorenzo
Machado o el Alcalde de Granadilla de Abona, Evaristo Gómez González. Además de
“un enorme gentío, llegados de todos los lugares de la Isla, forma un círculo
muy amplio en torno al campo. Los automóviles se cuentan a centenares. En
grandes camiones embanderados han venido al Médano numerosas familias.”
Ese día aterrizaron en este
aeródromo diversos aparatos. Un trimotor militar Junker; de la base de Gando, tripulado
por el Comandante Timón, y que trasladaba al Jefe de la Zona Aérea de Canarias,
Alfonso Carrillo Durán. Una escuadrilla de cazabombarderos T-6, al mando del Jefe de las
Fuerzas Aéreas de la base de Gando, el teniente coronel Soriano, que efectuaron
una exhibición antes de su aterrizaje. Seis avionetas del Aero Club Tenerife,
que transportaron desde Los Rodeos a muchos de sus asociados. Una avioneta del
Sector Aéreo de Tenerife, y un Douglas DC-3 de las Iberia Líneas
Aéreas, primer avión comercial que tomaba tierra en El Médano, pilotado por
Vicente Ramos Hernández. Aterrizaje y posterior despegue que se efectuaron con
normalidad, no llegando a utilizarse la totalidad de la pista.
Se bendijeron las
instalaciones, descubriéndose una placa conmemorativa fijada en la torre de
control, acto que estuvo amenizado por la banda de música de Granadilla. Fueron
momentos de agradecimientos y parabienes, como la del Prelado elogiando el
esfuerzo realizado, o las del Jefe de la Zona Aérea de Canarias, Alfonso Carrillo,
en el momento de descubrir la placa conmemorativa, el cual glosó la figura del
ya entonces fallecido Tomás Zerolo, así como resaltar los que habían hecho
posible este aeródromo, el Aero Club de Tenerife y el Ayuntamiento de
Granadilla de Abona.
Con posterioridad se
trasladaron al Hotel Médano, aún sin inaugurar, donde la Corporación Municipal
dispuso un almuerzo, en cuyo momento el Presidente del Aero Club de Tenerife,
Lorenzo Machado, y el Alcalde de Granadilla de Abona, Evaristo Gómez,
pronunciaron una palabras alusivas al acto. Después del cual se trasladaron
otra vez a la pista de aterrizaje para retornar a sus puntos de partida.
Este aeródromo que tomó el
nombre de un veraneante ilustre, de un enamorado de esta costa y gran defensor
de su construcción, el médico Tomás Zerolo Fuentes, se comenzó a utilizarse por
pequeñas avionetas, en la década de los años treinta. Con esta nueva
inauguración, del 30 de septiembre de 1962, se pretendía potenciar el turismo
de la zona, a través de la instauración de aero-taxis con conexiones con el de
Los Rodeos. Incluso se planteó la posibilidad, por parte del Cabildo Insular de
Tenerife, de asfaltar su pista en 1964. Pero en lugar de acondicionarla,
estudios posteriores aconsejaron una nueva construcción, que aunque con enorme
retraso, como casi todo lo que se realiza en este Sur, es el actual Aeropuerto
Tenerife Sur. La pista del Llano de Roja se continuó utilizándose por pequeñas
avionetas de recreo y sobre todo fue de gran utilidad para evacuar algunos de
los heridos en ese día de una de las mayores tragedias que ha padecido el Sur
de Tenerife. Un domingo gris, lluvioso y frío, del 3 de febrero de 1963, cuando
23 personas murieron por el desplome de una galería del Ayuntamiento de
Granadilla de Abona.
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