Pino de Trevejos. Noviembre de 2013 |
El
andar iba acercando los peores presagios. Llegar a sus pies, contemplar como se
secan las pocas hojas que brotaron después del incendio de julio de 2012,
observar su ennegrecida corteza, hace crecer la tristeza, la impotencia y los
interrogantes. ¿Por qué ardió este pino? Un pino padre, esbelto, bello,
portentoso, sano, al que casi hubo que llevar el fuego a sus pies.
Añado
el texto que acompañó una fotografía publicada en julio de 2012: “A este pino
padre, de grandes dimensiones, se le conoce por el Pino de Trevejos o por el
Pino de doña María. Adquiere su nombre del lugar en que se encuentra, al Norte
de los Llanos de Trevejos, Vilaflor, y por la propietaria del terreno, María
Bello, natural de San Miguel de Abona. Según sus vecinos, era frecuente que en
el verano se descansara bajo este pino padre. Se creaba un microclima bajo su
copa y se mantenía cierta frescura.
Esperemos
que su recuperación no se demore, aunque posee varios factores en contra, sobre
todo la oquedad que se le realizó en su base para extraerle la tea, astillas,
“carespas” de tea, con la que en época de escasez y miserias eran
imprescindibles para alumbrar las viviendas.”
Fotografía: noviembre de 2013
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