Ángela González |
De este modo se reconoce a Francisco González,
Pancho Machanga. Tal como apunta el
cabrero Salvador González Alayón, el apodo le proviene por su buen humor y
alegría, porque él siempre estaba con machangadas y entonces los que estaban
trabajando con él, los peones, lo pusieron Pacho Machanga. Realizó trabajos en la agricultura y labores en el
cuidado de diversas manadas de cabras; estuvo en San Blas, San Miguel de Abona
y en Los Bebederos, en Arona. De este último lugar se trasladó a la Hoya de la
Viuda, también en Arona, donde dispuso de su última manada de cabras. Asimismo
Salvador apunta que Pancho Machanga
raspó sal en la zona de Los Goros, en Punta Rasca, cuando estuvo de cabrero en
Los Bebederos. Señor Pancho llevaba la sal en las burras dél, tenía dos
burras, una negra y otra parda, porque señor Pancho lo conocí de cabrero allí
en la Hoya de la Viuda, porque cuando don Daniel Feo vendió se fue de cabrero a
Los Lomos, a la Hoya de la Viuda. Él después dejó las cabras el año veintisiete
y se fue pal Valle.
Juan Hernández y Dionisia González |
Salvador
González Alayón describe lo parrandero que era Pancho Machanga al recordar lo que aconteció en unos festejos del
Cristo de la Salud y Virgen del Rosario en Arona. Hasta el año mil
novecientos treinta y siete se celebró esa parranda, señor Pancho era el
Potoco, un perro amarrado con una cadena por el cinto y cho Marcelo era el
Cambumba, era un perro grande, y mi tío Antonio tocando la guitarra. Mire usté
quien era señor Pancho, eso era una parranda con el perro y tocando y cantando
y al llegar allí al bar, señor Pancho llegó y cuando llegó armó un brinco y se
quedó de cuatro patas encima del mostrador, y cuando se arrimó al Cambumba
brinca señor Pancho delaltro dél. Y eso era una risa enorme, eso podía durar un
par de horas, eso era una fiesta de todos los años, y por áhi pegó la
machangada.
En
el Censo de Población de Arona, a 31 de diciembre de 1920, Francisco González
se inscribe en Guaza, con 52 años de edad y de profesión cabrero; casado con Juana Hernández Martín, de 52 años. En
la vivienda familiar constan sus hijos: Camila, de 27 años; Leocadio, 18;
María, 12; Ángela, 9; y Celedonia, 8 años. A Juana Hernández se le nombra por Juana
la Moca, desconociéndose la razón de
este apodo. Esta familia, que se traslada a vivir al Toscal de Arriba, en el
Valle de San Lorenzo, dejó una larga descendencia en diversos barrios de Arona,
además de los citados tuvieron otros hijos como Dionisia, quién vivió en el
Valle de San Lorenzo, conocida por Nisia la Machanga; Guillermo o Casiano González Hernández, Casiano
Machanga, que también fue cabrero,
cuidó una manada de cabras en El Mojón, en Arona, en la década de los sesenta.
Celedonia González |
A
dos miembros de esta extensa familia se les cita por sus apodos en dos juicios
orales, de los que fueron absueltos. En el Juzgado Municipal de Vilaflor, a 24
de septiembre de 1949, se le toma declaración a Casiano González Hernández, Machanga, de profesión cabrero y de 40 años, por una denuncia en la se alegan daños
en un cultivo de papas en Galindo, causado por ganado cabrío.
En un juicio de faltas que se sigue, en los últimos
meses de 1955, en el Juzgado de Paz de San Miguel de Abona, contra una nieta de
Pancho Machanga, Carmen González
Morales, a la que se absuelve, se le añade el apodo de La Machanga, de 24 años, hija de Guillermo y Victorina, natural
de Arona y con domicilio en San Roque, Aldea Blanca.
BRITO, Marcos: Nombretes en el Sur de Tenerife,
Llanoazur ediciones
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